Según leí por ahí se les llaman “chiles capones” a cualquier chile que se le quitan las semillas para que pique menos, y vi que también les llaman así a los chiles poblanos rellenos de algunos quesos, confieso que no hice una investigación extensa ni nada, pero si le di su pasada a google para tener una idea, sin embargo para mi los chiles capones, los que he comido desde niña son estos que les voy a compartir, mi pueblo Zinapécuaro es vecino del municipio de Queréndaro que es muy famoso por sus chiles, de hecho mi mamá casi ve como sacrilegio hacer capones con otros chiles que no sean los “negros de Queréndaro” y mi papá dice que si haces los capones con otros chiles que no sean de Queréndaro van a saber a pinacate.

Los capones eran de los desayunos más típicos cuando vivía mi “mamá Chucha” que es mi abuelita paterna, los domingos íbamos a desayunar a su casa, tenía su comal de barro en el patio y ahí sacábamos la mesa para sentarnos todos al rededor, ella o mi tía preparaban los capones que se acompañaban con queso fresco, memelas recién hechas y una taza de atole, a veces un huevo estrellado o frijoles de olla, dice mi papá que una taza de atole te debe alcanzar para tu almuerzo y te debe sobrar poquito para que junto con un pedazo de piloncillo sea el postre.

En los puestos del mercado es común ponerle capones a todo, a las quesadillas, a las gorditas, a los sopes, es como una guarnición, como cuando uno le pone papitas y queso a las cosas, pues acá además se le ponen capones, y casi siempre son gratis.

Espero les guste esta receta que es muy de mi tierra, es muy sencilla de preparar y sus ingredientes fáciles de conseguir.

Como último dato, existe una versión con más caldito (se le pone más agua) o también con xoconostle, se le agrega un pedacito pequeño (porque es muy ácido) al momento de freir la cebolla, por si acaso tienen a la mano se lo pueden poner, yo tenía pero ni le puse, al final se me olvidó.

10 chiles negros (pasilla)
10 tomatillos picados en cuadritos
1 cebolla mediana en julianas
1 diente ajo grande picadito
Sal al gusto

*En realidad todo es al gusto, a mi me gustan por ejemplo con mucha cebollita.

Quitarle la pata y la semillas y venas a los chiles.
Cortarlos con tijeras en pedacitos, o como mi abuela puedes trocearlos con la mano pero ahí les encargo la enchilada que se van a dar.
Remojarlos en agua hirviendo unos minutos para que se ablanden.
Aparte freir la cebolla y el ajo con un poco de aceite, después de unos minutos agregar los tomatillos.
Freir unos minutos más que los tomatillos se vean cocidos, agregar los chiles y sazonar con sal.
Mezclar, bajar el fuego, tapar y dejar unos 8-10 minutos a que se integren los sabores.

Servir con queso fresco y tortillas gordas recién hechas.

Capones