¿De dónde viene? Vainilla
Ya no recuerdo si fue en el primer o en el segundo foro que asistí de Paralelo Norte donde hablaron de la vainilla, lo que si recuerdo es que los procesos para llegar a tener vainilla en la mesa son largos, largos…
La vainilla es una de esas magnificas aportaciones de tierras mexicanas al mundo, pero que no se si por no saber como o por el desinterés, siento que siempre nos comen el mandado y otros son quienes acaban aprovechándolo.
Desde tiempos muy lejanos los totonacas (en Papantla, Ver.) y después los aztecas la utilizaban ya para aromatizar sus bebidas amargas de cacao, aunque antes de conocerse como “vainilla”, que por cierto es nombre dado por los españoles porque parecía una vaina pequeña (así pues como mi gato se llama “gatis”), antes se llamaba: ixtlilxochitl que significa flor negra o zacanatanuxanath en totonaco (que la verdad si está medio difícil de pronunciar).
Ya que llegaron los españoles, Hernán Cortés decide llevarse la vainilla a España (entre algunas otras cositas) y se convierte en un producto favorito para la aristocracia europea.
México era el único productor de vainilla hasta mediados del siglo XIX y aunque los europeos intentaron cultivarla les hacia falta el polinizador que son insectos y algunos colibríes de esta zona de América, pero un esclavo francés muy listo llamado Edmon Albius creo un método de polinización artificial (a mano) tan exitoso que es el que se usa aún en nuestros días.
Los primeros plantíos exitosos de vainilla fueron en La Réunion, Francia y más tarde por el clima favorable se empezó a producir en Madagascar, y aunque ya hay otros lugares compitiendo en producción de vainilla Madagascar produce el 60% de la vainilla mundial.
¿Y qué ha pasado con la vainilla mexicana?
Afortunadamente y como un buen paso para volver a destacar, hace unos años la vainilla mexicana obtuvo la denominación de origen “Vainilla de Papantla”. Veracruz es el principal productor de vainilla del país, y es nuestra responsabilidad como consumidores ayudar a preservar los buenos ingredientes de nuestra tierra. Al parecer el mayor problema que tiene nuestra vainilla es el precio tan bajo que queremos pagar los consumidores por ella, y es que estamos un poquito acostumbrados al saborizante artificial que es muy barato y al momento de pagar un producto que es de verdad se nos hace caro, pero la realidad es que no es caro, es diferente y no tiene comparación, para que una vaina de vainilla este en su punto debe madurar 9 meses, después pasa por un proceso de secado con técnicas tradicionales, y pues eso es un trabajo arduo, así que de nosotros depende que miles de productores no abandonen sus plantaciones.
Consumamos vainilla mexicana, siempre hay que leer bien la etiqueta de que no sea artificial (y que sea mexicana) y pues pagar lo que se debe por un producto de calidad.
Ya para terminar les recuerdo de que el saborizante de vainilla esta hecho de castóreo, que es la secreción de las glándulas anales del castor, suena asqueroso pero no se los digo para que les de asco, es solo para que sepan que lo que están comprando como vainilla es algo muy diferente a una bella orquídea.